
“La inteligencia artificial (IA), a medida que se vuelve más sofisticada, no garantiza la emergencia de la conciencia”, destaca Anil Seth, un destacado neurocientífico conocido por abordar el “problema difícil” de la conciencia. Este enigma, que involucra la pregunta de cómo nuestros procesos biológicos generan experiencias subjetivas como sueños, deseos, placer y dolor, sigue siendo uno de los mayores misterios en la ciencia, según Seth.
En su libro “La creación del yo”, Seth propone enfocarse en el “problema real”: entender cómo la actividad cerebral específica da origen a experiencias conscientes. Para él, la conciencia es cualquier forma de experiencia subjetiva, desde admirar un atardecer hasta sentir dolor. Es un proceso biológico que nos distingue como algo más que objetos biológicos.
Al abordar la relación entre la conciencia y la inteligencia artificial, Seth se muestra escéptico respecto a afirmaciones de que las máquinas podrían volverse conscientes solo por volverse más inteligentes. Argumenta que la conciencia, en su esencia, está arraigada en la naturaleza de los seres vivos y no puede ser replicada simplemente mediante el aumento de la inteligencia de las máquinas.
Seth también destaca la importancia de comprender la conciencia más allá de la ciencia, señalando sus aplicaciones en medicina, ética legal, tratamiento de condiciones psiquiátricas y la mejora de la comunicación social. Además, sugiere que la conciencia vista desde una perspectiva biológica puede complementar enfoques espirituales, promoviendo un diálogo productivo entre la ciencia y la espiritualidad.
En resumen, la entrevista con Anil Seth proporciona una visión fascinante sobre la conciencia, sus misterios y su relevancia tanto en el ámbito científico como en la comprensión más amplia de nuestra existencia.